5 de agosto de 2012

Cap.66 Mi perdición.

POV Sara
Me temblaban las manos cuando me situé al pie de aquel imponente edificio. El portero me saludó amistosamente y me obligué a mí misma a mover los pies del suelo. Tuve la sensación de vivir un enorme deja vu cuando me situé en aquel vestíbulo y entré a aquel ascensor pulsando la planta 14. De nuevo no estaba segura de lo que iba a decir cuando llegara a ese conocido apartamento. Pero sabía que debía hacerlo. Era lo correcto. Así que con paso decidido y manos sudorosas salí del cubículo y llamé al timbre de la puerta.
Vale, estaba nerviosa. Muy nerviosa. Por lo que podría encontrar y cómo podrían reaccionar ante mí. Me recordé a mí misma, cuatro años atrás, con la misma duda en la mirada y los nervios reconcomiéndome el estómago. Pero siempre había sido una testaruda, y el temor no me detendría.
Una mujer de mediana edad con delantal y rostro cansado pero vivos ojos grises me abrió la puerta. Su pelo rubio teñido me golpeó. Sus facciones se tornaron en un extraño matiz de sorpresa al verme y casi estaba rezando por ello cuando se tornaron en una sonrisa.
-          Por Dios, Sara…  - Dijo pasándome un brazo por los hombros para acercarme a ella y así abrazarme.
Me demoré en los brazos de Shannon. De verdad me alegraba de ver a esa mujer. Pude aspirar su aroma a galletas recién horneadas. Me liberó posando sus manos en mis hombros para observarme atentamente de arriba a abajo.
-          Estás muy mayor – suspiró – y cada vez más preciosa.
-          Muchas gracias, Shannon. Me alegro muchísimo de verte de nuevo.
-          Sí, ha pasado mucho tiempo, niña… ¿Y qué haces aquí? – preguntó como si lo acabara de recordar.
-          Tenía ganas de veros de nuevo y… necesito hablar con Sean.
Ella me examinó con su mirada penetrante y luego se echó a un lado de la puerta.
-          Claro. Pasa, cariño.
Entré en aquel espacioso apartamento del centro de Los Ángeles y aspiré de nuevo el aroma a galletas.
-          ¡Rod! – gritó Shannon –. ¿A qué no adivinas quién nos visita?
El padre de familia salió del salón con el periódico enrolladlo en una mano, la mirada curiosa y el cabello más canoso de lo que recordaba.
-          ¡Sara! – exclamó.
Se acercó hacia mí con su característica sonrisa amistosa y me estrechó también entre sus brazos.
Casi se me salió el corazón del pecho cuando me separé de él y vi a una niña pelirroja de unos siete años salir de la cocina con la cara manchada de harina y vistiendo un delantal diminuto. Estaba más mayor y más alta de lo que recordaba. Llevaba el pelo más largo y liso y ahora llevaba la raya en medio en lugar de aquella raya al lado zigzagueante que solía verle. Pero seguía teniendo ese rostro pálido e inocente y esos ojos traviesos.
-          Hola, pequeña – dije emocionada pero un tanto insegura.
La pequeña niña me escudriñó con su siempre curiosa mirada y frunció el ceño.
-          Me acuerdo de ti. Me acuerdo de que jugabas conmigo cuando era una niña pequeña. Ahora soy mayor, tengo 7 años y hago galletas – dijo April seria señalando su delantal –, pero me gustaban tus vasos de leche calentita, cómo me peinabas y tus canciones con la guitarra. Oh, espera…
La irremediablemente charlatana niña salió corriendo y los tres adultos nos miramos desconcertados. Pocos segundos después la pequeña pelirroja volvió a mi encuentro.
-          Mira.
¡Oh, Dios! No lo podía creer… Una lágrima de emoción estuvo a punto de desbordarse. Era mi muñeca, la que le di cuando me fui. No podía creer que aún la conservara y que se acordara de mí.
Sonreí mientras metía una mano en mi bolso y sacaba la que ella me regaló en mi 15 cumpleaños. 
Ella inmediatamente me lanzó una sonrisa y se acercó para darme uno de esos abrazos suyos que tanto extrañaba.
Los miré a todos y me arrepentí enormemente de no haber tenido valor suficiente de haber aparecido por allí antes.
-          ¿Has vuelto otra vez? ¿Podemos volver a ver La Bella y la Bestia?
¡Aquella niña tenía una memoria del demonio!
-          La última vez te quedaste dormida, preciosa. Pero solo vengo de visita, para comprobar que no te has olvidado de mí.
-          Y he superado la prueba, ¿verdad? – sonrió orgullosa.
Asentí acariciándole la mejilla.
-          ¿Entonces no volverás más? – inquirió de nuevo.
Era complicado dado que le había roto el corazón a su hermano…
-          Sí, aunque no sé cuándo. Ahora… digamos que no solo canto para ti. Canto para muchas personas.
-          ¡Ya lo sé! – dijo con un brillo de emoción en la mirada –. Te he visto en la tele. ¡Yo también quiero hacer eso de mayor!
Y comenzó a tararear uno de mis últimos singles haciéndome soltar una pequeña risotada.
-          ¿Qué te parece si me acompañas a mi próximo concierto?
La pequeña soltó un grito de emoción y levantó los brazos.
-          No tienes por qué molestarte, Sara. De verdad… – argumentó Rod.
-          No, no es molestia. Quiero hacerlo. De veras he echado de menos a este terremoto – dije limpiándole la harina de la barbilla.
-          ¿Quieres una galleta? – propuso la pelirrojita –. La bandeja que hicimos antes acaba de salir del horno.
-          ¿Galletas antes de comer?
-          Claro. Es un secreto mío y de mamá – dijo con los ojos muy abiertos –, pero es cuando más ricas están porque tienes mucha hambre.
-          Pues me encantaría. Pero, perdonad, tengo que hablar con Sean. ¿Está aquí?
-          Sí, está en su cuarto. Dudo que se haya levantado aún. Anoche volvió tarde a escondidas de nuevo… – dijo Shannon irritada.
Caminé sola por el pasillo y me fijé en aquella puerta del fondo a la izquierda que solía habitar. Sentí el impulso de entrar en ella y comprobar si continuaba como la recordaba, pero luego caí en la cuenta de que probablemente allí estaría Bethany… y las ganas desaparecieron ipso facto.
Me paré frente a la puerta anterior a ella. <> No me lo pensé dos veces y di un par de golpes antes de abrirla.
-          ¿Sean?
Un gran bulto en la cama pareció soltar algún inteligible gruñido ante mi intromisión.
Di un paso hacia él y divisé que tan solo vestía unos calzoncillos. Aparté la vista estúpidamente ruborizada.
-          ¡Sean, despierta!
Él se pasó una mano por la cara y alzó levemente la cabeza. Cuando vio quién era la intrusa se incorporó inmediatamente. Fue entonces cuando pude ver sus rasguños y su labio hinchado.
-          ¿Sara? – preguntó sacudiendo la cabeza.
-          Hola.
-          ¿Qué demonios haces aquí?
-          Necesitaba hablar contigo. Sobre, ya sabes… Lucas, yo, tú.
Él no dijo nada.
-           ¿Se puede saber qué le ha pasado a tu labio? – pregunté de golpe.
Él me miró extrañado.
-          ¿No te lo ha contado Lucas?
Negué con la cabeza.
-          No lo veo desde anoche. Hemos quedado para comer. ¿Lucas tiene algo que ver con esto?
-          No sé si será mejor que esto te lo cuente él.
-          No, Sean. Habla – mi tono sonó brusco y cortante.
-          Creo que puedes suponerlo por ti misma.
Di un paso atrás.
-          Dime que no es lo que pienso. Dime que no os habéis peleado.
Él simplemente clavó su mirada en la mía.
Salí de aquella habitación sin decirle nada más rabiosa y con los puños apretados. Me topé con Rod en mi camino hacia la puerta.
-          Debo irme inmediatamente, Rod. Llamaré pronto. Lo siento.
Cuando llegué a casa de Lucas estaba enfurecida. Llamé al timbre y comencé a dar golpes violentos e impacientes a su puerta. Cuando esta se abrió apareció un Lucas sin camiseta. ¡Para qué quieren camisetas si no se las ponen! No tenía el aspecto devastador de Sean, pero vislumbré el corte de su ceja.
Me crucé de brazos. Si las miradas mataran, él estaría a tres metros bajo tierra.
-          ¿En serio, Lucas? – espeté malhumorada.
-          ¿Qué te pasa? – preguntó desconcertado.
-          ¡Te has peleado con Sean! – grité.
Él me empujó suavemente dentro del inmueble y se giró a afrontar mi mirada asesina.
-          ¿Has hablado con Sean?
-          Sí. Ha sido genial enterarme por él – mi expresión sarcástica lo exasperó.
-          Pensaba contártelo cuando quedáramos para comer. No sé qué te habrá dicho él pero…
-          ¡No me ha dicho nada! ¿Pero qué hay qué decir? ¡Dios! ¡Os habéis pegado como dos estúpidos niños!
La rabia me desbordaba mientras lo señalaba con el dedo.
-          ¡Lo siento, joder! Fue después de que te dejara en casa de Leah.  Fui a buscarlo, él estaba borracho y comenzó a provocarme…
-          ¡Y tuviste que golpearle! ¡No pudiste ignorarlo y marcharte como una persona madura!
-          ¡Lo sé, pero no es tan fácil!
-          Pensaba que eras mejor que esto, Lucas. Hablamos sobre ello. ¡Sabías que no tenías motivos para estar celoso! Pero… –dije apretando la mandíbula – tú tuviste que pegarle. ¡Y encima él estaba borracho! ¡¿Qué coño te pasa?!
Mis gritos exasperados resonaban en aquella habitación.
-          ¡Te he dicho que lo siento! – me gritó –. ¡Sé que lo hice mal pero en ese momento no pude evitarlo! Me faltó al respeto y al tuyo y…
Dejé escapar una risita irónica.
-          Hombres… Vosotros y vuestro estúpido sentido del honor – escupí las palabras –. Siempre con la necesidad de mostrar vuestra “hombría”, vuestro lado “macho” cuando solo dejáis al descubierto vuestro grado de retrogradación. De verdad no esperaba esto de ti. ¡Y me importa una mierda lo que él dijera! – le empujé con toda la fuerza que me permitía su gran cuerpo –. Él estaba borracho, tú no. Tú eres mi novio, él no. ¡Te has comportado como un maldito capullo y un idiota y un…!
Me interrumpió aprisionando mis labios contra los suyos mientras me alzaba las manos a la altura de mi cabeza cogiéndome de las muñecas y me apresaba contra la pared. Me faltaba la respiración. Conseguí sacar la fuerza suficiente para liberar bruscamente un brazo con pero él rápidamente volvió a pegarlo a la pared. Separó su boca de la mía y me clavó sus sobrenaturales y enloquecedores ojos verdes.
-          Sé que he sido un maldito capullo – sonaba más suave y serenado –. Me di cuenta en cuanto me levanté y lo vi en el suelo. Ni siquiera he podido dormir.
Intentaba aferrarme a la ira y evitar que sus palabras me derritieran por dentro. Pero tampoco ayuda el hecho de que estuviera tan peligrosamente cerca de mí.
-          Y – prosiguió – puedes continuar gritándome y haciendo que me dé cuenta de cuánto no te merezco. Pero si sales por esa puerta sin haberme besado voluntariamente ni una sola vez, no podré dormir en toda mi vida.
Oh, Dios… ¡A quién quería engañar! Tenía a mi perdición despeinada delante de mí.
La presión a mis muñecas había disminuido y deslicé mis manos hacia su cuello para acortar los milímetros que me impedían volver a besarlo.
-          Estoy, estaba y estaré siempre perdidamente enamorado de ti – me acarició la mejilla provocándome un escalofrío –. Perdóname, por favor o y-yo…
-          Cállate.
Pasé las manos por su cabello oscuro y busqué la manera de hacer que no quedara ni un mililitro de aire entre nosotros. Él respondió a mi beso con la misma ansiedad descontrolada de encontrar el contacto pleno de nuestros cuerpos. Me elevó y rodeé sus caderas con mis piernas.
-          Sigues siendo un maldito capullo – susurré entre besos y respiraciones entrecortadas –, pero te quiero.
Sin dejar que me separara de él un centímetro, me llevó hasta su habitación sin dejar de acariciarme.






~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Queridísimas grandes personitas que leen,
Espero que os haya gustado el capítulo y hayáis disfrutado leyendo tanto como yo escribiéndolo. (Por cierto, realmente pienso lo del  lado retrógrado de los hombres).
Lamento decir que hoy me marcho de vacaciones, y no podré publicar en este mes. Lo lamento mucho, sé que me porto mal con los plazos de publicación, pero no sé cuándo estoy más ocupada: si en invierno o en verano. En fin, que ya me callo. Quiero que sepáis que os adoro y leo todos y cada uno de vuestros preciosos y valiosos comentarios en cuanto los escribís y sonrío y lloro emocionada, aunque algunos no los conteste hasta siglos después.

Muchas muchas muchas muchas muchas gracias por todo. Esta soñadora aspirante a escritora siempre estaré en deuda con vosotras. Cada palabra significa muchísimo para mí.
Ojalá estéis pasando un gran merecido verano,


Sara.

9 comentarios:

Dari:$ dijo...

PRIMERAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA SIIIII SIIIII, todos los dias me meto en tu blog y cuando vi que ya habias publicado me emocione demasiadooooooooooooooooooooooooo
Lucas y Sara me enamoran mas en cada capituloooo, quiero un novio cm Lucas:( :( ... de pana que cuando no publicas no hayo que hacer jajajaja
y no importa el tiempo que te tardes xq ya se que regresaras con grandes capitulos
espero que la pases super super en tus vacas :D
sigue sigue <3333
<tu blog3 .....Besos pasala super super :D
eres una gran escritoraaaa :D

Naomi Trujillo dijo...

aaaawww! me enojé junto con Sara pero cuando Lucas la besó me quedé de awwwwwww :3 que hermosos!! No entiendo como hay tantas emociones en uno solo de tus capítulos, pero es algo fantasticoooo!!!

sigue, sigue, sigueeeeeee! Por favoooooor! ¿Quieres que muera? ¿No? Porque si no sigues me muerooooo (O sigo viva si quieres que me muera, el caso es que algo feo va a pasar, tienes que seguir por favoooor!)

Ale Lighthart. dijo...

Hola!
Vaya tenia tiempo que no me pasaba por aquí, pero ya me puse al corriente. Que bueno que Shannon la haya recordado y también Rod y la pequeña niña pelirroja que se nota que es una ternura andando, yo creo que hizo mal Lucas en golpear a Sean, el estaba borracho debió ignorarlo como dijo Sara, bueno me encanto el capitulo en si, y espero que tengas unas muy lindas vacaciones de verano, y no te preocupes te esperaremos, yo se que no soy de las que comenta muy seguido, pero tratare de ahora adelante de hacerlo, aunque sean pequeños pero tratare de comentar, publica cuando puedas, que tengas lindo día y tienes un premio, paso por el...
Te cuidas:)
HASTA PRONTO♥!

Juli G dijo...

Sara, Sarita, hola linda! hoy tenia ganas de llenarte de emocion con un comentario super profundo! pero creo que ya te lo dije todo! en fin. cada dia adoro mas tu hermosa novela, simplemente eso. creo que estoy enamorada de Lucas, denuevo. jajaja
y con respecto a tus vacaciones, espero que la pases de maravilla, acá en Argentina terminaron mis vacaciones de invierno, hace mucho friiiiiiiiiiiiiiiio! quiero que llegue el verano, jajaja muchos besos y abrazos mi querida escritora. Repito: tu talento es unico, nunca dejes esto, que se nota que naciste para el lapiz y el papel! te quiere, Juli.

Anónimo dijo...

Sara,Sara,Sara cada vez me enamoran mas tus capitulos.Y en especial cuando la acorralo,fue muy asdasdasd♥AMEEEEEEE,MAL.
Que bueno que publicaste,estaba super emocionada :B
Espero el siguiente♥
Besoss!

Anónimo dijo...

Saaraa!! Me ha encantado el capi, de hecho no pensaba leer algo tuyo antes de volver al inter jeje me alegra mucho saber que sigues & espero leer mas de ti el próximo mes, sigue así Cuídate.
P.D. Haz leído "Donde los árboles cantan" de Laura Gallego? Yo lo leí recién & me ha encantado, lo recomiendo en todo caso :P byebye

Sara L. dijo...

Dari: Eres maravillosa, ¿lo sabes? Es un honor formar parte de tu día y que pases por mi blog cada día... ¡se me pone la piel de gallina! Bueno, me pasa con cada comentario tuyo. Muchísimas muchísimas gracias. Estás más que cansada de que te lo diga pero... ¡es que estoy tan agradecida! Intentaré escribir muchísimo y publicar más a menudo en cuanto vuelva. <Dari3 Un placer y un sueño contar con una lectora como tú. GRACIAS.


Noni: ¡Oh, como adoro tus comentarios! Voy a escribir (y estoy escribiendo) muchísimo este mes para poder daros vuestros merecidos capítulos... Así que ¡aguanta! ¡NO mueras! Muchísimas gracias por todo, Noni. Amo cada una de tus palabras.


Mixxi: Echaba de menos tus comentarios, Mixxi. Pero no te preocupes, comprendo que tengas miles de cosas que hacer antes que esto. Es un placer contar con tus palabras de nuevo, porque me encantan. ¡¡¡¡¡Premio!!!! Muchas gracias por todo, gracias de verdad, Mixxi.


Juli: ¡Mi querida Juli! Dime, ¿cómo te las ingenias para hacerme llorar con cada comentario? Soy una tonta sensible... jajaja Pero no lo puedo evitar. Tus palabras son un sueño y más de lo que jamás podría pedir. Me dan tanta fuerza, tanta emoción, tantas ganas de seguir... Eres un sueño, Juli. Y te adoro a ti, a tus comentarios, a tus palabras y a cada letra. Gracias con todo mi corazón.


Miracles: Aasghdnasgyudqw ¡A mí me enamoran tus comentarios! Miles y millones de gracias por seguirme así, y simplemente por leerme y por hacerme saber que disfrutas con lo que hago. Lo es todo para mí. Eres fantástica, Miracles. Muchísimas gracias.


Kelly: Muchísimas gracias por leerme siempre y tomarte las molestias de comentar. Significa mucho. Publico lo antes posible. Ahhh sí lo he leído, leo todo lo que encuentro de mi compatriota y... ¿complueberina? (no existe, ¿no? jajaja) Me alegra que te gustara. Yo me comencé ayer el primero de Memorias de Idhún que hacía siglos que quería leerlo y pensé que no me gustaría mucho (porque el género fantástico no me gusta demasiado) pero me está enamorando. A este paso, ¡me lo acabo mañana! Te lo recomiendo también. Bueno, muchas gracias por todo, Kelly.

Anónimo dijo...

Sara!! Ha Ha Creo que no existe pero se oye bien (: Ok, veré si lo consigo pronto, tendré que trabajar extra pero seguro que vale la pena, te apoyo con lo del género fantástico Pero también hay unos que sí enamoran, verdad? Bueno Gracias Sara! C: mientras yo sigo con las crónicas de la Torre de tu compueblerina, Bye!

Unknown dijo...

Hola! Increible Cap! Te pasas por mi novela? Afiliamos? ;)
Te sigo! Me sigues? :D
http://afortunados-novela.blogspot.com/