2 de mayo de 2012

Cap. 63 En quien piensa.

-          Joder, me tengo que ir a trabajar en diez minutos – se quejó Lucas mirando el reloj –. No pasa nada. Puedo llamar y decir que estoy malo.
-          No, Lucas. Da igual. Estoy bien. Llamaré a Leah y saldremos por ahí.
-          ¿Estás segura?
Asentí ofreciéndole la sonrisa más tranquilizadora que tenía. Él me besó la frente, los parpados, las mejillas, y finalmente los labios.
-          ¿Sabes que te quiero? – me susurró al oído.
-          Me hago una idea – sonreí mientras me mordía el labio inferior – Voy a llamar a Leah.
Él se levantó del sofá y se pasó la mano por su pelo rebelde.
-          Yo iré a vestirme. Aunque puedes acompañarme si quieres – dijo levantando las cejas repetidamente.
-          Mejor no. Si fuera, luego no te dejaría irte a trabajar...
Pulsé el número 4 de mi móvil y automáticamente llamó a Leah. Cuatro tonos después sonó una voz adormilada al otro lado de la línea, pulsé el manos-libres y me tumbé en el sofá con el móvil sobre mi pecho.
-          Estás loca. ¿Qué haces llamándome tan pronto? ¿Te recuerdo que estamos en verano? ¡Quiero dormir hasta medio día! – sonaba ronca.
-          Buenos días, amiga – contrasté radiante –. Ahora que ya te has despertado – escuché un gruñido –, ¿te vienes a dar una vuelta? Así hablamos.
-          Vale, vale. Espero que tengas algo interesante que contarme para haberme despertado. ¿Cuál es el plan?
-          No hay plan. ¿Compras?
-          Sabes que no puedo negarme. ¿Me visto y te recojo?
-          No estoy en casa, te recojo yo con Shanna.
-          Nunca me acostumbraré. El hecho de que le pongas nombre a tu coche me sigue pareciendo escalofriante.
-          ¿No te lo he dicho? También se lo he puesto al tuyo. Se llama Donald – sonreí satisfecha a pesar de saber que no podía verme.
-          Ah, ¿o sea que tu coche tiene nombre de superhéroe y el mío de pato?
-          ¡No es solo un nombre de pato! – repliqué.
-          Pues pienso cambiárselo, que lo sepas. ¿Qué tal Taranee?
-          ¿Nombre de chica? Tu coche es claramente masculino, Leah.
-          ¡Mi coche no es masculino en absoluto!
-          Y, espera… ¿Has sacado el nombre de las Witch?
-          Sí. ¿Qué pasa? – contestó a la defensiva –. ¡Me encantaban de pequeña!
Entonces me percaté de que Lucas estaba escuchando la conversación apoyado en el marco de la puerta, mirándome como si fuera una lunática. Sacudió la cabeza y dijo:
-          Y yo nunca me acostumbraré a vuestras conversaciones. Estáis locas… ¡Locas!
Sonreí y se escuchó a Leah gritar por el teléfono.
-          ¿Ese es Lucas? ¿Qué hacíais, eh? ¿Eh? ¿Eh?
-          Muy bien, guapa – la corté –. ¡Te recojo en quince minutos! – le di un beso al micrófono del teléfono y colgué.
Me levanté y me dirigí a la puerta. Tan solo tuve que depositar mi mano sobre el pomo de esta cuando noté la dulce respiración de él a mi espalda. Sus manos me rodearon la cintura y yo me di la vuelta enfrentando sus sobrenaturales ojos.
-          Gracias  por todo – dije en casi un suspiro acercándome más y más a su boca.

Con el rostro lo más oculto posible bajo los mechones de pelo y unas gafas grandes y oscuras me apresuré hacia Shanna. Conduje hasta llegar a nuestro tranquilo barrio y me introduje en la calle de mi amiga, donde un par de personas paseaban sus respectivos acicalados perros. No hizo falta que bajara del coche, porque ella salió de casa dos minutos después. Reconocí su camiseta favorita, que le llegaba por el ombligo acabando en flecos y decía “Nerdvana” junto a una carita con gafas, con unos pantalones cortos ajustados y unos tacones de plataforma. Subió al coche y yo me quité las gafas para darnos nuestro habitual beso en la mejilla.
-          Dios. Tienes un aspecto horrible. ¿Qué ha pasado?
Suspiré.
-          Mejor vayamos a un Starbucks y te lo cuento con café en mis venas.
Estacionamos a Shanna y poco después nos sentamos en el rincón más apartado posible de la cafetería. Me dejé llevar, como siempre sabía que podía hacer con mi mejor amiga, y le relaté todo lo ocurrido hace unas horas.
-          No me puedo creer que Marc te dijera eso. ¿Qué piensas hacer ahora? Quiero decir, es tu manager o lo que sea. ¿Lo despedirás?
-          ¿Despedirlo?
No me había planteado ni siquiera esa opción. Por mucho que me hubieran dolido las palabras de mi representante, era él quien había creído en mí desde el principio. Me había apoyado cuando las aguas se veían turbulentas y gracias a él hoy estaba donde estaba. A pesar de todo, me resultaba impensable mi vida en este complicado mundo en el que había entrado sin Marc.
-          Creo que deberías hablar con él lo antes posibles – me aconsejó Leah.
-          Ya lo sé. Tengo como tres llamadas perdidas de él y otras cincuenta mil de Aby. Le enviaré un mensaje a ella y luego iré a hablar con él. Pero después de que  sacudamos el centro comercial. ¡Necesito un bañador nuevo!
-          Me parece perfecto, chica – dijo mientras daba un nuevo mordisco a su galleta gigante –. Bueno, ¿qué tal con Lucas? Con que en su casa por la mañana, ¿eh?
-          No es lo que piensas. Después de la discusión fui a refugiarme en él.
-          Hacéis una pareja muy cuqui – comentó –. Además me gusta, es muy majo. Y tiene un pelo increíble…
-          Exacto. Me fijé en él por su pelo, claramente – dije irónica sonriendo–. Me alegra que te guste, aunque solo os habéis visto una vez.
-          Lo sé. Pero yo tengo como un sexto sentido que reconoce qué personas valen la pena y cuáles no. Por ejemplo, cuando nos conocimos no estaba muy segura con esas pintas de zorra que tenías, pero mi sexto sentido me dijo que podrías ser una buena amiga – explicó como si estuviera relatando una ley física.
-          Eres una idiota – la acusé mientras reía y la despeinaba.
Dejamos la cafetería sin dejar de reír y comenzamos con las tiendas. No había nada mejor cuando empezabas mal el día que irte de compras con tu mejor amiga. Como cuando estaba con Lucas, ya ni pensaba en lo ocurrido esta mañana.
Después de más de dos horas decidimos recoger algo de comida para llevar y, ya que hacía un día tremendamente caluroso, ir a comer a la playa dispuestas a estrenar nuestros nuevos bikinis.
Nos establecimos en nuestro lugar favorito, a la sombra y apartado del resto, y mientras comíamos pude notar como el rostro de Leah cambiaba observando el horizonte.
-          ¿Leah? ¿Se puede saber a qué profesora de matemáticas has visto en bañador?
-          ¿Qué? – dijo ella volviendo a la Tierra –. Oh, sí. Tal vez.
Solté una pequeña risotada.
-          ¿En qué piensas? – la cara se me iluminó –. Un momento, conozco esa expresión. ¿En quién piensas?
-          Tengo miedo, amiga – dijo trágica lanzándose a mis brazos.
-          ¿Se puede saber qué pasa?
-          Creo que me gusta alguien – sentenció con un mueca amarga.
-          Oh, no. ¡El fin del mundo! – dramaticé con notable ironía.
Ella me fusiló con la mirada.
-          Vale, perdón – me corregí –. Cuéntame.
-          Es que últimamente no dejo de darle vueltas. De verdad, creo que… No, no creo: estoy segura de que me gusta alguien. ¡Y tengo miedo!
Ella comenzó a juguetear con su pelo negro y liso.
-          Leah, no es la primera vez que te gusta un chico.
-          Es que él en tan perfecto… Nunca había pensado en él de este modo, pero últimamente… No sé qué me pasa.
-          Te estás enamorando – arqueé una ceja.
-          Yo no me enamoro.
Movió una mano como si fuera una idea completamente absurda.
-          Entonces dime por qué te estás sonrojando y tienes esa mirada mientras me hablas de él.
-          ¡Ahora sí que tengo miedo!
-          ¿De qué vas a tener miedo, Leah?
-          Primero y obvio, de enamorarme. Segundo, de que estoy segura de que él no me ve más que una amiga. Tercero, de ti.
-          ¿De mí? – inquirí confundida.
-          Sí.
-          Leah, creo que te ha dado una insolación. ¡¿Por qué?!
-          Es que… ¿Quieres saber quién es él? – preguntó vulnerable.
-          Por favor, dime que no es mi novio.
-          Oh, no. No es tu novio.
-          ¿Entonces? – pregunté nerviosa.
-          Es Sean.







~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Queridísimas grandes personitas que leen,
¿Cómo os ha ido la semana y el puente? Espero que genial ya que estoy seguro de que lo merecéis.
Bueno, de nuevo retraso al publicar (me estoy riñendo a mí misma), de nuevo capítulo largo. Ojalá os haya gustado y no haya dejado indiferente a nadie.

El próximo cap ya lo tengo prácticamente escrito, así que lo pronto que lo suba depende principalmente de vuestro apoyo y comentarios (no quiero tener la impresión de que subo para nadie...). ¿Os parece bien? (:
Gracias por todo como siempre a aquellas grandes personitas que siempre me hacen inmensamente feliz con sus hermosas palabras. Sé que os debo muchísimo y espero algún día poder compensaros a lo grande.

Si tenía algo más que decir, no me acuerdo, sinceramente.
Portaos bien o simplemente no hagáis nada que yo no haría,

Sara L 

8 comentarios:

LinDa Alee dijo...

Simplemente HERMOSO! <3

Dari dijo...

:O ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh DIOS me quede asi cm que wtfffff?????? quiero mas mas mas....
no tengo mucho tiempo :( pero sabes que ? eres una gran escritoraaaaa y me encanta cada cosa que escribes y mira que yo soy una morsa para leer jajajajajaj espero que la sigas pasando super lo que queda de semana :D
besos
Adios (L)

Claudia dijo...

O_O ¡Me he quedado petrificada!
Como es esto,¿Leah y Sean?
Jamás lo pude haber imaginado, nunca paso por mi mente, nunca.¿ Que dirá Sara sobre todo esto? ¿Se van a arreglar los problemas con Marc? Ahhh, estoy colapsando, muchas preguntas y debes responderlas e_é Si el capítulo anterior fue buenísimo, este es mucho mejor. Me dejaste extremadamente intrigada con lo del Leah, quiero saber que pasa.Y Lucas, el bello Lucas, sigue siendo todo un galán, me encanta y también me encanta esta historia *-* Felicidades, es buenísima historia, de verdad, me atrapó desde el primer momento. Espero el próximo capítulo. Besos n.n

Camila González dijo...

:O! El final me mató! ._. aunque mientras leía si me imaginaba que sería Sean :Z pero igualmente literalmente morí con el final, tu novela tomó un giro inesperado jajajaj,bueno.. emm el principio, wooow, tan romántico como a mi me encanta (: Bueno, hoy mi comentario es un poco corto porque estoy un poco apurada y leí rapidito el capítulo :Z pero Gracias por todo C: por todo lo que entregas y que nos encanta tanto :D

Anónimo dijo...

Sara! amiga mía,como haz estado? ya te echaba de menos :_
El capitulo,genial como siempre.Es que Lucas es tan asdasdasd♥
NOOOOOOOOOOOOOOO,no lo puedo creer que Leah este enamorada de Sean,es decir es un codigo: los ex de las amigas son intocables,nou?
AISH! :B ya quiero saber que le va a decir Sara :1
Como siempre voy a estar esperando con ansias el capitulo siguiente Sara :)
Que andes genial.EXITOS!
Jujee.

Naomi Trujillo dijo...

Capitulo numero uno:
Una Noni muy feliz leyendo el capitulo 63 (¡Vaya! ¡Van 63!)

Capitulo número dos:
Una Noni acercandose a leer lo que le ocurría a Leah

Capitulo número tres:
Una Noni con un computadora rota (Casi se me cae de la sorpresaaaa! waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!)

Capitulo numero cuatro:
Una señora mamá de Noni diciendole que sea más cuidadosa

Epílogo
Una Noni totalmente jhfhtrcvhdfhngfvtghbvtgfhbvutyh por el capitulo

¿Se entiende que me fascinó?
Oh por Dios!!!! No puedo creerlooooooooooooooooooooooooooooooooo!!! que va a decir Sara???!!! queeeee???!!!

sigueeeeeeee... por favorcito ¡Sigueeeeeeee!!

Anónimo dijo...

Sara!!!!!!! Pff Es bueno ller de nuevo!! hahaha con todo lo que ha pasado tu libro es como la medicina que necesitaba! Espero subas de nuevo y estés bien!! Besos Kelly C.

Sara L. dijo...

Voy a contestar así súper rápido que no tengo ni tiempo T.T

Linda Ale: Muchísimas gracias. Me alegra enormemente que te gustara. Gracias, de veras.

Dari: no sabes cuánto te entiendo. Aquí estoy yo contestando a velocidad supersónica. Tus palabras lo significan TODO para mí. Gracias por creer en mí. Millones de gracias, Ale.

Claudia: Millones de gracias como siempre, Claudia. Tus palabras son como un sueño para mí y no sabes cuánto siento tener que responder tan rápido. De verdad, te estoy TREMENDAMENTE agradecida. ¡Eres increíble! Gracias de corazón, Claudia.

Camila: Igual que dije, no sabes cuánto te entiendo. Estoy contestando a velocidad supersónica. Pero quiero que sepas lo principal: adoro tus palabras y te lo agradezco enormemente. Es un placer contar con lectoras de ensueño como tú. Gracias, Camila.

Juje: Miles y millones de gracias por todo. ¡Es un honor, Juje! Tus palabras significan muchísimo para mí, de verdad. No sé cómo agradecértelo, mi lectora maravillosa. ¡GRACIAS, JUJE!

Noni: siempre tan original, ¿eh? Me encanta. Muchas gracias, Noni. Adoro cada palabra preciosa que me escribes. Es un honor. Gracias de corazón.

Kelly: Oh, gracias gracias gracias. Significa muchísimo para mí, de verdad. Es increíble que te guste y comentes. GRACIAS, Kelly.